En el Centro Esperanza, cada recorrido y visita es especial. Sin embargo, cuando recibimos a un grupo de niños Montessori de 4 a 12 años (siendo esta nuestra primera vez recibiendo a una escuela), la experiencia fue excepcional y llena de aprendizajes para todos. Podías ver en los rostros de los niños la curiosidad y la emoción de aprender sobre nuestras tradiciones y la riqueza de nuestra naturaleza. Este recorrido nos permitió compartir y dar a conocer más sobre Loíza, sumergiéndonos en un mar de sonidos, colores y conocimientos que hacen único a este lugar.
Aprendiendo nuestra historia
Una parte crucial de nuestra misión como guías intérpretes es compartir y resaltar el origen de Loíza. Al principio, se nos hizo un poco difícil, ya que no estábamos acostumbrados a trabajar con niños y a hacer nuestro relato más ameno para ellos. Pero, al final, logramos adaptarnos y convertir la experiencia en algo interactivo y divertido.
En ese recorrido escolar narramos la historia de nuestros ancestros africanos y taínos, e hicimos actividades donde simulamos ser brújulas para ayudarnos a ubicarnos geográficamente. Quien respondía correctamente las preguntas recibía un premio, asegurándonos así de captar toda su atención.
Los más pequeños se emocionaban por participar y ganar premios, mientras que los mayores hacían preguntas interesantes, lo que generó conversaciones que enriquecieron el recorrido y lo hicieron más dinámico.
Explorando la naturaleza: Loíza más allá de historia y tradición
Además de ser conocida como la Capital de la Tradición, Loíza también es reconocida por su hermosa naturaleza y sus alucinantes costas. Los niños Montessori, acostumbrados a aprender en contacto con su entorno, disfrutaron especialmente esta parte del recorrido. Realizamos una caminata por el área natural del Centro, donde les hablamos sobre la fauna y flora del lugar. Las gallinas, sin duda, fueron las favoritas de los niños.
A través de mini juegos que promovían el trabajo en equipo y la observación, descubrimos árboles autóctonos y plantas que han sido parte del desarrollo y la vida diaria de los loiceños por generaciones. Nuestros guías explicaron los usos de estas plantas en la cocina, la medicina tradicional e incluso en la construcción de los barriles de Bomba.
Esta experiencia no solo les permitió aprender sobre el entorno natural, sino que también les ayudó a desarrollar conciencia sobre la importancia de estos recursos en nuestras vidas.
Bailando al compás del tambor
El taller de Bomba se convirtió en el favorito de muchos. Apenas los barriles empezaron a sonar, los niños tomaron las maracas, y pronto estaban bailando junto a sus maestras, riendo y disfrutando. Los mayores intentaban replicar los pasos básicos que los guías les enseñaban, mientras les explicamos los diferentes ritmos y cómo estos reflejan una conversación entre el barril y la bailadora.
Verlos felices mientras bailaban y compartían entre ellos fue una de las experiencias más bonitas y gratificantes del día.
Manos a la obra: creando máscaras de vejigante
La última actividad del recorrido escolar, y una de las más esperadas por los estudiantes, fue la creación de su propia máscara de vejigante. Estos íconos tradicionales de las Fiestas de Santiago Apóstol representan una parte importante de la identidad loiceña.
Mostramos ejemplos de diferentes máscaras para inspirar a los niños, quienes luego tomaron los pinceles y dejaron volar su imaginación. Los más pequeños exploraron formas simples y abstractas, mientras que los mayores diseñaron patrones más detallados y elaborados. Uno de los niños creó un vejigante inspirado en los colores de la bandera de Loíza, un gesto que nos llenó de orgullo al ver cómo dejábamos un impacto en ellos.
Al final, cada niño se llevó a casa una pieza única de nuestra cultura, plasmada con su creatividad e imaginación.
¡Ven y vive Loíza en el Centro Esperanza!
El Centro Esperanza es un espacio seguro donde la cultura y la naturaleza se entrelazan para crear experiencias inolvidables. Nuestro recorrido está diseñado para despertar la curiosidad y creatividad de los niños, conectándolos con las tradiciones afrocaribeñas y la riqueza natural de Loíza. Esto no solo ayuda en su desarrollo, sino que también contribuye a conservar nuestra cultura y mantenerla viva.
Si buscas una actividad educativa que combine arte, historia y naturaleza, ¡el Centro Esperanza es el lugar ideal para ti y tu grupo! Contáctanos para planificar tu visita y brindarles a tus estudiantes la oportunidad de descubrir la cultura loiceña en un solo lugar.
¡Te esperamos!